El marketing digital 3.0 nace porque las personas han cambiado sus costumbres. Ya no ven tanta tele, ni escuchan tanta radio, ni leen tantos periódicos. Ahora pasan más tiempo en internet, así que las empresas deben adaptarse y buscar a sus clientes ahí. Para tener éxito en este tipo de marketing se usan las “7 C”, que son como reglas o pasos importantes. Primero, hay que tener una página web (canal). Luego, es clave ofrecer información interesante y útil (contenido), y que esté pensada para un tipo de personas específico (contexto). También, todo debe verse igual sin importar si lo mirás desde un celular o una compu (consistencia). Además, es importante que sea fácil comprar por internet (comercio), ver qué hacen los usuarios (comportamiento), y formar una buena relación con ellos (comunidad). Este tipo de marketing tiene muchas ventajas. Ayuda a que las personas recuerden la marca, permite conocer mejor a los clientes, ver lo que hacen otras empresas y aplicar estrategias más precisas, porque podemos saber dónde están las personas y qué les gusta. Hoy en día no solo se busca que alguien haga clic en un anuncio, sino que se interese, participe o interactúe con la marca. Aunque solo un pequeño grupo de personas hace la mayoría de los clics, lo importante es lograr que se involucren con lo que la marca ofrece. También existen distintas formas de pagar por publicidad en internet. Por ejemplo, el CPV cobra por cada vista de un anuncio, el CPC por cada clic, el CPA por cada acción que hace el usuario (como comprar o registrarse), y el CPM cobra por cada mil veces que se muestra el anuncio. Los patrocinios y espacios fijos también ayudan a que más gente vea la marca. Aunque muchas personas visitan páginas web, solo una pequeña parte realmente compra (alrededor del 2%). Por eso es tan útil usar bien las redes sociales, ya que pueden ayudar mucho a que el negocio crezca y se mantenga en contacto con sus clientes.
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